- manejada y administrada por los príncipes celestiales. Señores, el ideal que independencia que abrazó Guerrero, era el mismo que concibió José María Morelos y Pavón y no la caricatura pusilánime y patética idea de independencia que abrazaba el excelentísimo Monseñor Matías de Monteagudo y sus secuaces.
- ¿Cómo que no era el mismo anhelo de independencia? ¿Dónde en su retorcida, atea y masónica mente ve usted la diferencia?
- Pues mire Ud. No confunda una serenata con una borrachera, aunque las dos mantienen despierto al vecindario. La diferencia estriba en que. En la “piadosa” visión de los criollos, la legitimación y el poder de naciente Imperio Mexicano, encarnan en la figura del Rey, designado y coronado por los divinos representas de dios en la tierra, en éste particular caso en el Exmo. Monseñor Matías de Monteagudo. Por lo tanto, el país continuaría como estaba. En la visión de Morelos, la cosa cambia, la legitimación y el poder de la naciente nación, residirían en el pueblo, en los hombres que la forman. Su destino sería decidido por ellos y no por las interpretaciones de un licencioso obispo. Y una aclaración personal, NO soy ateo, soy apostata y tampoco soy masón, yo tengo las pelotas necesarias para pensar y expresarme libre y públicamente sin la protección de las sombras en las que esos cobardes y oscuros personajes viven.
- Bueno, bueno, entonces según tú, somos como somos por culpa de la independencia.
- No don Beto, claro que no, “no hay culpas absolutas, todas son compartidas”15 Nuestra conformación como nación es una de las causas, la otra es nuestra constitución como República.
- Explícate por favor.
- Mira, cuando México consolida su independencia, ésta no es más que un vil engaño contra el grueso de la población, en especial sus caudillos que eran a quienes el pueblo seguía; esperaban una independencia no sólo política, sino de voluntad, de conciencia y en cambio fueron engañados, les dieron atole con el dedo. Por que la política, voluntad y conciencia de la nación continuó a merced de un grupo de truenes y pilletes con desmedidas ambiciones y total falta de escrúpulos. Que lejos estaban estos “políticos” de comprender y más lejos aún de aplicar aquellas máximas de Platón; la primera. “Los que se destinan al gobierno del Estado, tengan muy presente estas dos máximas: la primera, que han de mirar de tal manera por el bien de los ciudadanos, que refieran a este fin todas sus acciones, olvidándose de sus propias conveniencias: La segunda, que su cuidado y vigilancia se extienda a todo el cuerpo de La República ; no sea que por mostrarse celosos de una parte desamparen las demás”15a
- Esos políticos no existen.
- ¡Todos lo sabemos! Pero los que existen deberían apegar su comportamiento lo más posible. Y si por otro lado le sumas el gigantesco costo financiero de esa lucha fraticida e innecesaria, pues te encuentras que el nuevo Imperio Mexicano, ve la luz del día de la mano de un títere, Don Agustín de Iturbide, manejado por un licencioso fanático, Matías de Monteagudo. Y esos, mi estimado Don Beto, son los cimientos políticos, económicos y morales sobre los cuales esta cimentada nuestra patria.
- ¡No mames!
- ¿Ha caso está usted loco?
- Mi estimado, ciertamente tu teoría llena muchas lagunas y salva muchos abismos, como que entiendo la idea, pero no muy bien; evidentemente de golpe y porrazo uno ata muchos cabos sueltos después de escucharte. Pero me confunden varios “trozos” de tu teoría, sobre todo el hecho que, ya no la respuesta, sino, las repuestas a nuestra problemática actual estén tan lejanas y sean tan variadas a nuestro orígenes, yo me esperaba que la cosa fuera más reciente, que tuviera que ver con nuestros gobernantes contemporáneos como Díaz Ordaz, Echeverría o López Portillo y jamás me imagine que la iglesia estuviera tan ligada a nuestra realidad “laica” por así decirlo.
- A mi me parece que usted es un ateo, un demonio que sólo busca enlodar el Santo nombre de nuestra sagrada Fe.
- Mi estimada señora, le aclaro, NO soy ateo, SOY apostata y me resultaría imposible “enlodar” lo que ha nacido en la inmundicia y ha crecido putrefacto, y le recuerdo por segunda vez, la historia SON hechos comprobables, no dogmas de fe.
- ¡Satanás! Con figura humana.
- Comprendo perfectamente tu confusión Don Beto…
- Te habla la señora.
- Los mexicanos no tenemos memoria histórica, olvidamos muy pronto.
- Que te habla la señora.
- Decía Don Fidel Velásquez, que el éxito del presidencialismo en México era producto de la esperanza de provincia; en el primer año de gobierno municipal el pueblo dice: denles oportunidad, acaban de entrar, para el segundo año dice: lo que van a hacer lo hacen este año y para el tercero dicen, lo bueno es que ya este es el último año de estos hijos de la chingada. Y como te das cuenta el ciclo es infinito. Don Beto ¿Estás listo para escuchar la primera parte de la respuesta de por qué los mexicanos somos como somos?
- Creí que jamás llegaríamos a esta parte ¡Por favor! Mi estimado.
- Señorita, otro pay por favor, pero ahora de zarzamoras.
- Este se lo invito yo Inge.
- ¡Hombre, muchas gracias!
- Sale carito este tipo.
- Creo que lo valgo. Pues bien. Somos así, porque somos el fruto, el producto de dos cosmovisiones sangrientas donde la más violenta sometió a la otra. Desgraciadamente, la vencedora NO aniquiló a la vencida, NI se asimilaron mutuamente. La sometida, encontró en el sometimiento mismo, su razón para continuar existiendo, perdiendo así el ímpetu de trascender, de forjar un futuro, quedando en estado vegetativo, sin creer en la promesa del nuevo orden, esperando simplemente ver pasar el tiempo. En contraparte, la vencedora, no encontró el engrandecimiento moral individual, tan indispensable para consolidar su “imperio” y mucho menos encontró justificación moral alguna para “digerir” la culpa que tanto de forma individual como sociedad cargaron por el engrandecimiento del “Imperio Celestial”. El Natural y el Español que dieron a luz al mexicano, se mezclaron biológicamente, más nunca se mezclaron en ideales, mucho menos en valores morales, sus lazos de unión fueron la culpa, la eterna culpa, el miedo y el temor (cada uno a su manera) al dios todo poderoso, bipolar y colérico de la cosmovisión Ibérica, el monumental mito guadalupano, que no es otra cosa que la representación iconográfica del sometimiento y la vil mentira de que ambos vivían en un país independiente. Políticamente, el Imperio Mexicano no fincó la más elemental de las bases políticas indispensables para la conformación de una nación. “Todos los hombres somos semejantes, entre sí, esencialmente somos iguales. Por lo tanto el trato con el que debe realizarse su vida social también debe ser igual entre ellos”16. Si los fundadores del Imperio Mexicano, no fincaron la más elemental base de convivencia, mucho menos la siguiente: “El hombre nació para la justicia; la justicia es el hábito imperativo de salvaguardar la equidad”17, y cabe aclarar que la equidad es objetiva, se mide, se pesa, se siente… Donde no hay equidad, en consecuencia no hay igualdad y por consiguiente NO hay democracia; el moderno pilar que hoy sostiene nuestra sociedad, la panacea que todo soluciona en nuestro día a día, la toda poderosa pomada de la campana que todo nos cura, NO existe. Lo único que existe es una democracia simulada, una sangrienta farsa donde los únicos beneficiados fueron los malditos nietos del fanático y desquiciado Juan Calvino, hijos del hipócrita puritano Benjamín Francklin, los hijos de puta Yankees, que ponían las armas para la matazón que desencadenó el retrógrada de Hidalgo y los perversos príncipes celestiales encabezados por sus santos obispos Matías de Monteagudo, Antonio Pelagio Labastida y Davalos, el multi-homicida Padre Murguía y el maldito mocho, el héroe de mil derrotas, el cobarde pelele de su Alteza Serenísima Don Antonio López de Santana; que daban la bendición y azuzaban al fanático, hambriento y analfabeta pueblo a que prácticamente se asesinaran unos a otros.
- ¡Retráctese de sus palabras, la democracia sí existe!
- ¡Si como no! ¡Viva la democracia, usted también es parte del circo! Permítame demostrarle que la democracia en México es inexistente y de paso aclararle que hoy en día la democracia es una forma de gobierno tan utópica como la utopía de Tomas Moro ¿Usted sabe cuáles son los requisitos indispensables para la existencia de la democracia?
- ¡Pues claro que lo sé! Con quién cree que esta hablando. Que todos somos libres, que todos somos iguales, que somos libres de elegir a nuestros gobernantes, que el voto es libre y secreto, el sufragio efectivo no reelección.
- Pues no señor, esa es una mezcla de ideas a las que muchos politicoides como usted aglutinan y consideran democracia, pero no, no lo es. Permítame aclararle que es la democracia. En primer lugar en la democracia no todos somos iguales, eso solo se concibe en el comunismo de Marx. En la democracia, sólo los ciudadanos tienen derecho a elegir y ser elegibles para gobernar; así que esa absurda idea de que todos somos iguales no tiene cabida en la democracia. En la democracia existe un mecanismo que limita y excluye al ciudadano que acumula mucho poder o se vuelve indeseable, se llama ostracismo; Pericles llevó a la práctica este genial candado cuando se lo aplicó al General Temístocles; más no fue infalible.
- ¿Quién es Pericles y quién es Temístocles?
- Don Beto por favor, esa es cultura general ¿Ha caso no te lo enseñaron en tus clases de historia universal en la prepa? Pericles es considerado el padre de la democracia ateniense, el modelo de ésta copia barata de democracia en la que hoy nos vemos obligados a vivir y Temístocles fue el más grande General ateniense, salvo a Grecia de los persas. Temístocles acaparo tal poder y popularidad que fue necesario aplicarle el ostracismo y como supongo que tampoco sabes que es. El ostracismo consiste en escribir en un pedazo de concha (ostra) los nombres de los ciudadanos a expulsar, se cuentan y se expulsa al ganador. Me pregunto, en Atenas ¿Todos sabían escribir? Estoy seguro que no. Este es uno de los dos grandes fallos del sistema democrático, es fácilmente manipulable.
- ¿Por qué el IFE no implementa ese para limpiarnos de tanto parásito y zángano político; y cuál es la otra gran falla de la democracia?
- Señor. Por que simplemente nuestro contradictorio y retrograda sistema de gobierno es una democracia a la Franckestein. Conformada de muchas ideas que independientes unas de otras son muy buenas, pero en conjunto son nefastas y nocivas; el IFE es una de esas brillantes ideas que en la realidad sólo sirven para pagar favores políticos y engordar sanguijuelas que desangran el ya de por sí anémico presupuesto. Y la otra gran falla de la democracia, es que, desgraciadamente, hasta el más pendejo o el más corrupto llega a un cargo público. Decía José Méndez: “para elegir presidente, se juntan los más pendejos y eligen al más pendejo de entre ellos”.
- Jajajajajaja ¡Oh la combinación de ambos! Que es mucho peor.
- Ya por último, la característica más importante de la democracia es la conciencia de nación, el saberse y sentirse parte de una nación, el aspirar a ser ciudadano, el saberse ciudadanos iguales y recalco, ciudadanos; el compartir una misma cosmovisión; esto es lo que permite a los pueblos llegar a la equidad y en consecuencia impartir justicia; aunque este estado de convivencia social sea efímero y fácilmente corruptible. Ya ve usted mi estimado, que nuestro estado no es un estado democrático, encuentra a caso similitud alguna con la democracia, de ser así, de la más encarecida manera le ruego me lo muestre. Pero como sé que no lo hará. Sumándome a la opinión de Tucídides y al juicio que de ésta hizo Platón, le diré que la democracia es la peor forma de gobierno. Cuando ésta se impone desde afuera; ya que cualquier forma de gobierno a la cual el pueblo NO llega por sí mismo, por la evolución de su vida política; destina al pueblo a vivir en un estado que JAMÁS satisfacerá las más elementales aspiraciones de bien común. Por el contrario, una democracia impuesta, es el sistema perfecto para que hombres corruptos, ambiciosos y sin escrúpulos busquen la comodidad propia en detrimento del bien común; y este tipo de hombres terminen gobernando ya sea abiertamente o tras bambalinas. La democracia JAMÁS permitirá que los más aptos sean los elegidos para gobernar, muy por el contrario, es le sistema perfecto para que cualquiera gobierne, como nos ha ocurrido recientemente aquí en la localidad con el “gringo” y hoy con “don Jesús"; el primero un truhán, padre desobligado y tranza y el segundo, un bien intencionado espíritu pero un lerdo y paludo ciudadano y a nivel nacional un payaso mandilón como Fox o un cínico ladronzuelo como Felipillo, aunque como buen abogado se exhibe “con las manos limpias”. Esta es la democracia en la que vivimos ¿Verdad que no tiene nada que ver con la democracia de Pericles y mucho menos con la sopa de ideas que usted de describió como democracia? Por último, somos así, por que económicamente, siempre hemos sido un pueblo hambreado, un pueblo de chalanes con mentalidad de esclavo, como decía atinadamente Nietzsche.
- ¿Cómo se atreve a expresarse así de de los mexicanos?
- ¡Otra vez te estas estás pasando de la raya!
- No se exalte Sr. Recuerda que hace rato les dije que el Imperio Mexicano arrancó con el erario público en banca rota, con el país sin infraestructura, sin servicios públicos y con 6 millones de analfabetas desnutridos y temerosos de despertar la ira de dios-padre. Por cruel que suene, esa fue la materia prima con la que arranco nuestra nación. La panza del 90% de la población, estaba a medio llenar y hoy en día el 60% de los mexicanos sigue igual; seguimos sumidos en la pobreza y desnutrición. Al grueso de nuestra gente lo único que le importa del mañana es conseguir con que medio llenar la panza y no morir de inanición. Cuando hay hambre, no hay iniciativa para pensar, desarrollar o criticar, hay disposición a la obediencia y al servilismo, ya sea aquí o del otro lado del río Bravo, soportando humillaciones y vejaciones por parte de los fanáticos Calvinistas. Cuando la riqueza económica no se distribuye al grueso de la población, ésta desarrolla sus propios métodos para pescar las migajas y mendrugos que mitiguen su miseria y le alimenten su esperanza. Esos métodos son generalmente la tranza y el delito. Por ejemplo: Si “Chuche Pérez” no tiene trabajo y/o no tiene un negocio establecido se hace tianguero; una noble y rancia profesión practicada desde los aztecas, pero al margen del estado de derecho en el cual supuestamente vivimos; así no paga impuestos, se roba la luz, en algunas ocasiones vende mercancía de dudosa procedencia y esa conducta se vuelve normal entre el grueso de la población; es más “Chuche Pérez” se convierte en el prototipo de triunfador, es idolatrado por que con su sagacidad burlo al sistema y obtiene ganancias; nadie le reprueba que sea un ladronzuelo que se roba la energía eléctrica, nadie lo señala como un delincuente de cuello blanco por evadir el pago de impuestos, muy por el contrario, su conducta es imitada, se transforma en el método para sobre vivir. Si “Chuche Pérez” comiera 3 veces al día, seguramente presentaría como mínimo una queja sobre la escasez de trabajo y una sugerencia para modificar las regulaciones económicas a su diputado o senador, pediría un préstamo o como mínimo ahorraría. Pero el hambre le impide siquiera imaginar una propuesta para que su representante “democráticamente” electo la exponga y pueda siquiera considerarse una modificación a la ley en beneficio de los n´mil “Chuche Pérez”. Como el hambre le consume sus míseros ingresos, no puede ahorrar aunque lo deseé con toda su alma y como el hambre le impide ahorrar, o no tiene empleo y no cuenta con un negocio formal; ante las instituciones financieras no es sujeto de crédito, no cuenta con un historial crediticio. “Chuche Pérez” NO es nada NI nadie; es un esclavo moderno con el grillete invisible del crédito. Los n´mil “Chuche Pérez” Jamás serán empresarios, seguirán siendo lo que siempre han sido, chalanes hambreados… esclavos. El hambre, la ignorancia y la mentalidad de esclavo son los gusanos que pudren a cada nueva generación de mexicanos, condenada a desarrollar una sagacidad cada vez más punzante para cometer delitos; son los gusanos que la corrompen y hacen de ella una nueva generación de pilletes, tranzas y delincuentes.
- En eso estoy completamente de acuerdo con usted. El hambre nos tiene tomados por el cuello, queremos que todo nos lo solucione el gobierno y nos hemos olvidado de Dios.
- Desgraciadamente señora mía, no es el gobierno el que guía nuestras conciencias, no es el gobierno quien moldea nuestra moral. El principal causante de nuestra disoluta, libertina y contradictoria conducta, es precisamente su dios, o al menos el dios que día a día en el púlpito los curas inescrupulosos ponen como ejemplo e invitan a seguir.
- ¡Pero que esta diciendo! ¿Está usted loco? ¡El que acusa prueba! El que acusa prueba dijo Tertuliano.
- Dicen que el africano dijo, por que no existe un solo escrito suyo, todo lo que sabemos de Tertuliano, lo sabemos por comentarios de terceros y cuartos. Y no, no estoy loco.
- A ver, con peras y manzanas por favor.
- Génesis 3:17 “Al hombre le dijo: Maldita sea la tierra por tu culpa. Con fatiga comerás sus frutos todos los días de tu vida. Ella te dará espinas y cardos, y comerás la hierba de los campos. Con el sudor de tu frente comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, por que de ella fuiste formado”.
Mt 6:19. “No acumules tesoros en esta tierra, donde la polilla y la carcoma echan a perder las cosas, y donde los ladrones socavan y roban.”
Mc. 10:23; 10:25. “Jesús mirando alrededor, dijo a sus discípulos: -Que difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tiene riquezas”; “Le es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios”.
Lc. 6:20-21. “Entonces Jesús, mirando a sus discípulos, se puso a decir: Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, por que Dios os saciará”.
- Pues sí, son las sabias enseñanzas de nuestro santísimo señor Jesucristo.
- Con peras y manzanas ¡Por favor!
- Génesis 3:17. El trabajo es una maldición y además un castigo, para alimentarte tendrás que trabajar. Pero no olvidemos que si trabajo, cobro una renta que aunque sea de manera exigua me generará riqueza. Mt 6:19. No ahorres, más claro ni el agua. Mc. 10:23; 10:25 El reino de Dios no es para los ricos; si eres rico no entras al reino de Dios. Lc. 6:20-21. Solo si eres pobre entrarás al reino de Dios; si tienes hambre; Dios te dará de comer ¿Entonces para que trabajas dónde está el castigo? Aquí hago la observación, de que estoy hablando del mismo Dios que en el Génesis te maldice y castiga con el trabajo, para que puedas comer; que contradictorio ¿No?
- ¿Me explique Don Beto?
- Por supuesto.
- Ya ve usted señora, que no es el gobierno el causante de las panzas a medio llenar, de la tranza y la pillería. Es el avaro, mentiroso y corrupto clero, que manipula y tergiversa las dizque “sabias enseñanzas”. ¿Qué importa ser un pillete, robar, matar, engañar, ser agiotista, ser perezoso o ser cura? ¡No importa! Mañana pido perdón y todo resuelto. La “moral de esclavos” como atinadamente la llamó Nietzsche, nos asegura el cielo, continuar con la panza a medio llenar y con la hacienda pública en ruinas. Don Beto, esta es la materia prima con la que día a día se hace nuestro México, y como vez, a 200 años, la cosa no ha cambiado mucho que digamos.
- Estoy como “noquedo”, siento una profunda rabia por la realidad que me acabas de refregar en la cara. Quiero refutarte pero no se como. Yo estoy muy orgulloso de ser mexicano, pero después de esta plática me desconozco. Desgraciadamente siento y sé que tienes razón, seguramente no en todo, pero la tienes. Me resulta difícil de aceptar que la religión esté tan ligada a la vida civil, es vergonzoso que los encargados de guiar nuestra conciencia resulten más inmorales que los viles políticos que guían el estado. Tengo algunas preguntas ¿Cómo es que nuestra religión impacta tanto nuestra vida como nación, qué es la moral de esclavos y por qué somos incapaces de cristalizar el Imperio con el que inicialmente soñamos?
- Yo tengo otra ¿Por qué los Estados Unidos si pudieron? Cuando se fundaron las naciones España era la dueña del mundo, en los dominios de Felipe el Hermoso, el sol jamás se ocultaba.
- Don Beto, señores. El motivo de esta conversación era responder a la pregunta ¿Por qué somos como somos? Apenas he respondido a la primera parte que tiene que ver con la fundación de nuestro México, la segunda parte de la respuesta tiene que ver con su constitución como República. Si respondo a sus preguntas, nos desviaremos del tema y entraremos en terrenos muy controversiales. Porque una cosa es señalar la mierda y otra muy diferente es meterle el dedo revolverla y olerla. Les digo esto por que si con algunos comentarios religiosos que hice, desperté la indignación y el enojo del respetable, respondiendo a lo que ustedes me preguntan, corro el grave peligro de ser lapidado con tazas, platos, cucharas y de más objetos que se encuentren a mano.
- Es un país libre, nadie está aquí a la fuerza, al que no le guste, que se vaya.
- Si tú respóndenos, al fin, ya estamos sobre aviso.
- Si, sígale, ya encarrerado el ratón, que chingue a su madre el gato; la doña esta que es la que más se ofende, aquí sigue. Usted cuéntenos.
- En primer lugar, es indispensable entender que la religión forma parte de la cultura, “La cultura se puede definir como el conjunto de las representaciones que los seres humanos se hacen de la realidad, tanto en sus relaciones con la naturaleza, como de sus relaciones sociales” 18, en otras palabras “La religión brotó de los esfuerzos teóricos de individuos por dar sentido al mundo” 19. Y si la religión brotó del pensamiento del hombre, esta proposición nos lleva irremediablemente a establecer que en su inicios “la religión era básicamente una fenómeno cognoscitivo, un sistema de proposiciones, que tendía a dar explicaciones de la realidad por referencia a entidades sobrenaturales” 20 , naciendo así en los diferentes grupos sociales los más variados panteones de deidades, que permitían con su existencia explicar los diversos fenómenos de su entorno: Los caribes, explicaban las violentas tormentas como la ira del dios Huracán; los aztecas explicaban la lluvia con las bendiciones de Tlaloc; los beréberes explicaban las tormentas de arena y los devastadores remolinos del desierto con la presencia del demonio Yin que castigaba a los impuros; los judíos explicaron los terremotos que devastaron a Sodoma y Gomorra, como un castigo divino porque sus habitantes tenían costumbres diferente a ellos, y así cada sociedad explicaba a su entender los fenómenos y sucesos de su entorno.
- ¿Estas diciendo que prácticamente, que la religión, vamos, que Dios mismo es producto de la razón humana? ¡Y que no existe una religión verdadera!
- Así es. La religión, y me refiero a cualquier religión, nace del razonamiento humano, mientras el hombre menos conoce, entiende y comprende el entorno en el cual se desarrolla, más sucesos y fenómenos se los atribuye a fuerzas desconocidas. Por lo tanto “No hay religiones que sean falsas. Todas son verdaderas a su modo: responden, aunque de diferentes maneras, a las condiciones dadas de la existencia humana” 21.
- No señor, eso no puede ser, Dios nos creo a imagen y semejanza. No al revés. Dios sólo hay uno y por lo tanto sólo hay un fe verdadera.
- Supongo que usted no escuchó el inicio de la conversación donde expliqué las motivaciones metafísicas que nos dieron origen como mexicanos. Asumo que usted creé en el dios Abrahamico. Usted, no esta hecho a su imagen y semejanza por que no es judío.
- No. Yo creo en Dios y en nuestro Santísimo Señor Jesucristo y estoy hecho a su imagen y semejanza, aunque no sea judío.
- Eso cree usted ¿Y dígame, cree también en el Espíritu Santo y en la Virgen de Guadalupe?
- Por supuesto que también creo en ellos y en todos los santos.
- Le voy a pedir primero una disculpa por ignorar momentáneamente sus “aportaciones” y por utilizarlo como ejemplo, segundo, permítame continuar y seguramente entenderá de que estamos hablando. Don Beto, señores, hilaré estas respuestas como complementos de la respuesta principal y les pido no olvidar las aportaciones hechas por nuestro compañero.
- Sale.
- Bueno ¿entonces como es que la religión afecta tanto a las sociedades?
Mira, para que un conjunto de individuos, se convierta en un grupo social, es indispensable que “algo” común los una y que ese “algo” permita desarrollar un conjunto de actividades de las cuales todo aquel individuo que quiera pertenecer al grupo, participe de manera constante y obligatoria. Ese “algo” y las actividades que constantemente le recuerdan al individuo quien es, y a quien pertenece, las conocemos como religión. Esas actividades al transformarse en rituales, son las que permiten a cada sociedad mantenerse unida. “Cada sociedad deben poseer ciertas creencias colectivas y valores generales que llegan a tener significado normativo
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