- Esa sí es otra historia, la gran mayoría son autores cuyas obras “curiosamente” no se editan en México, así que pues los amigos me compran los libros en ferias en Argentina, España o Alemania, tengo algunos que me regaló un compañero que se fue a estudiar a Singapoure.
- ¿Me puede pasar algunos títulos?
- Claro, pero ¿Le sigo o ya le paro?
- Síguele, cómo que le paras, con lo que me cuesta cada pay.
- Hubo un hecho trascendental que permitió que éste atropello fuera visto de manera natural. Les haré una pregunta ¿Cómo es que un vocablo de origen árabe, terminó tatuado en el alma del mexicano?
- ¿Cuál?
- Wad al uben. Que significa: Río de luz, fuente de luz, manantial de luz… ¡Guadalupe!
- ¡No mames! ¿Cómo que la Virgencita de Guadalupe viene de Arabia?
- No. No viene de Arabia, viene de Extremadura. Es una talla en madera negra que se veneraba en Sevilla en plena invasión Almorávide y luego de la toma de Granada por los reyes católicos se trasladó en el siglo XVI a Extremadura y ahí se le venera hoy en día, por cierto Extremadura es la tierra de Hernaldo Cortés. Así que no resulta milagroso sino cómico, que la Diosa-Virgen -Madre, se manifestara a sus nuevos hijos con un con un nombre de origen árabe, hubiera sido más adecuado un Citlali o Ireri, pero ¡Guadalupe! Es increíble la confianza que el Estado Pontifico depositaba en su estrategia educativa… La ignorancia, la incuestionabilidad serían eternas.
Pues bien, el natural como el mestizo, al ver que el nuevo orden era peor que el anterior; comenzó a adorar a sus antiguos Dioses en los mismísimos templos del Dios-Padre, hasta que fueron descubiertos. Entonces se encendieron las alarmas en la dirección de la burocracia celestial… Se venía una guerra civil; había que actuar rápido, se comunicaron de urgencia a las alturas celestiales, bajó el auxilio divino y ¡Santa María de Guadalupe, Madre de Dios! Conjuró la revuelta. ¡Por fin! La masa, el populacho encontraba un punto de identidad con el nuevo orden, además, encontraba consuelo a sus desdichas, oídos a sus suplicas y calor de madre; todo en un mismo paquete… La divina asistencia, no sólo conjuró la revuelta, sino que sirvió de bálsamo a la castración espiritual; la mejor solución posible, ejecutada por Fray Juan de Zumárraga, superó las expectativas.
El crear una Diosa para los inconformes, le permitió a la Iglesia imponer sus políticas y decretos, le mantuvo un flujo de caja constante por 300 años; pero hoy, en el comienzo del siglo XXI, está comenzando a pagar la factura; y el precio es altísimo… Quizá impagable. Para el mexicano, en hechos constantes y comprobables, la “aparición” de la Diosa-Virgen -Madre, significó consuelo, para soportar una situación insostenible, significó no sólo resignación para poner la otra mejilla, sino valor para poner el lomo, cuando ya no quedara cara, significó someterse al fin a la dizque “Buena Nueva”.
Además, permitió a los príncipes celestiales, levantar murallas y domos que protegieran a los “bastardos” mexicanos, desconocidos por el padre pero amados por la madre, de los heréticos vientos que azotaban a Europa.
- ¿Por qué nos llamas bastardos?
- Te responderé con otra pregunta ¿Por qué no se apareció el Dios-Hijo resucitado?
- No, no se.
- Lutero, al romper con Roma y mandar de regreso a Judea al Dios-Padre, le dio a Occidente la oportunidad de bañarse en la luz de la razón, de pensar en una nueva sociedad; de romper con los hábitos y ritos considerados sagrados; de sepultar las reliquias y objetos de veneración y concebir un nuevo orden, basado en la razón y no en el ciego fanatismo de la fe.
La reforma de Lutero alteró la estructura política en Europa. Ya sólo los reinos vasallos del Estado Pontificio seguían siendo una teocracia, por desgracia España era uno de ellos, el resto cuestionaba la divinidad del monarca y algunos pensadores como Montesquieu teorizaban refritos como la democracia y la división de poderes para nuevas formas de gobierno. Además el analfabetismo pasó del 90% al 70% y en la Nueva España , rebasó el 90%
- Cuando dijiste que las respuestas eran largas, no creí que tanto.
- No desesperes, prácticamente ya llegamos a la Independencia. Inglaterra y Francia se convierten en potencias de ultramar y reclaman colonias al norte de la Nueva España , de la inmensa Nueva España; con la llegada de los primeros “peregrinos” nietos de Lutero e hijos de Juan Calvino, el Sn. Agustín de los protestantes a las costas de Virginia, llegó el primer cobro en efectivo para la Iglesia Católica. Estos fanáticos adoradores de Dios-Espíritu productos de la reforma Luterana; aniquilaron a los naturales y en menos de 200 años ya eran una potencia militar y económica. Se revelaron contra la corona Inglesa y dejaron de pagar impuestos, además la Iglesia Protestante no cobra impuestos por profesar su credo y si a eso le sumamos que para el Calvinista, el trabajo es un medio para transar al prójimo, agradecer a Dios y no un castigo, como lo es para el Católico. Tenemos que la primera nación independiente del nuevo mundo, esta con las arcas de la hacienda pública llena y los fusiles listos para expandir sus dominios y como perro que traga huevos, lo seguirá haciendo aunque le quemen el hocico, los Yanquis, apuntaron su aun ensangrentado hocico hacia la Nueva España , la inmensa y despoblada parte norte de la Nueva España. Esteban F. Austin encabezó la colonización de Tejas, en aquel tiempo con “j” y no con “x”; Johann Augustus Sutter hizo lo propio en la Alta California , medio colonizada por algunos monjes como Fray Junípero Serra y algunos descendientes de soldados desde el tiempo de Hernaldo Cortés. Y así es que con la fundación de algunas chozas y caseríos el norte de la Nueva España se “infectó de Protestantes”, pretexto que después la Santa Iglesia aprovecharía para rematar en calidad de baratija el territorio.
- Eso lo vendió Santana.
- Déjame llegar a esa parte y verás que no. Pero vallamos con calma. Recuerdo y seguramente ustedes también, que siempre en la historia de México pasamos de la gran Tenochtitlan a Dolores, Gto. De un solo salto. ¿Ah caso hay 300 años de “La Vida en Rosa” o es “La Bella Época”? Donde todo transcurrió tan idílicamente que se transformo en una somnífera rutina que no vale la pena contar y mucho menos considerar. Claro que no, solo que ¿Quién carajos lo escribía? Si vivíamos en el analfabetismo y oscurantismo protector, patrocinado por la Santa Iglesia y pobre de ti se la contradecías.
Corre el año de 1808 y “Napo” es dueño de casi toda Europa, sólo por cortesía y buena onda, pide permiso al Rey Carlos IV de atravesar España para ponerle un “estate” quieto a Portugal por no respetar el embargo contra Inglaterra, pero de pasada decide de buena vez agenciarse España para el imperio francés, el pueblo enojado por la cobardía del monarca lo destituye y nombra monarca a su hijo que se convierte en Fernando VII, seguramente no conocían el dicho “hijo de tigre, pintito”; al ver Napoleón que los españoles son un desgarriate sin pies ni cabeza, en una buena jugada junta a Carlitos y a Nandito, les quita al corona y se la da a su hermano José Bonaparte, mas conocido como Pepe Botella y por consiguiente La Nueva España se queda sin rey. Aprovechando el zafarrancho del otro lado del charco, “Francisco Primo de Verdad y Ramos, Criollo, oriundo de Jalisco y en ese momento síndico del H. Ayuntamiento de la Ciudad de México, propuso en la sesión de cabildo del 14 de agosto la creación de “la Junta de México”, para que se encargase de dirigir la administración de la colonia durante la ausencia de Fernando VII en el trono español esperando que las fuerzas ibéricas expulsaran a “Napo”. Pues se temía, que las fuerzas francesas del general Joaquín Murat descabezara muy a la usanza gala, al gobierno provisional establecido en Cádiz e intentara invadir la Nueva España. Primo de Verdad fue apoyado por Francisco Azcárate, otro regidor de la capital. Ambos sustentaban su argumentación en las obras de los pensadores ilustrados del siglo XVIII, en especial Montesquieu y su trabajo El espíritu de las leyes, donde afirmaba que “la soberanía ha de residir en el pueblo.” 10
Los temidos vientos de herejía contra los cuales La Santa Iglesia fortificó a La Nueva España , soplaban en el interior del H. Ayuntamiento de La Ciudad de México como un huracán. Bernardo Prado y Ovejero, el santo inquisidor, se desgarraba la sotana y se arrancaba los cabellos diciendo que las ideas de la soberanía popular por encima del derecho divino concedido a los reyes, eran una herejía y eran contrarias a las santas enseñanzas de la Iglesia Católica, acusó a Primo de Verdad y a Francisco Azcárate de herejes y fueron mandados presos a las mazmorras del palacio arzobispal, donde el 4 de Octubre Primo de Verdad amanece muerto en inexplicables circunstancias, Azcárate corre la misma suerte pero en otra prisión. Por segunda vez el intento de independencia se ve frustrado, más no acabado. Pero les aclaro que éste intento, no era para independizarse de España sino de Francia, no olviden que la Nueva España se había quedado sin rey y la junta gobernaría en nombre de Fernando VII.
Los más grandes acontecimientos de fondo en la historia de México se han dado en Michoacán, En diciembre de 1809, se descubrió en Valladolid otra conspiración para independizar a La Nueva España , encabezada por el hacendado José Mariano Michelena. La conspiración fue descubierta y los conspiradores arrestados; pero la llama independentista encendida por Michelena y avivada por los vientos de la ilustración no se apagó. Nuevos conspiradores aparecen en Querétaro, entre ellos el cura Jesuita, Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla y Gallaga Mondarte Villaseñor, un criollo hijo de un terrateniente Guanajuatense que tras ver perdidos los bienes familiares confiscados por el rey Carlos IV para financiar al batalla de Trafalgar, ver como su hermano Manuel se volvía loco por la perdida del patrimonio muriendo poco después, es que se une a los conspiradores, más por desquite que por patriotismo ¿A poco pensaban que se levantó en armas por mero interés social? ¡Era cura! El arzobispo y virrey de México Francisco Xavier de Lizana y Beaumont es destituido por incompetente y en su lugar llega el militar Francisco Xavier Venegas de Saavedra.
La lucha de independencia debió comenzar en San Juan de Los Lagos el 2 de octubre de 1810, pero los rumores de que el nuevo virrey ya sabía de la conjura, obligó a los conspiradores a plantearse mejor las cosas; usando más la testosterona que las neuronas, Miguel Hidalgo y Costilla se anticipa a lo acordado y la madruga del 15 de Septiembre al grito de “Viva Fernando VII y muera el mal gobierno”, comienza la guerra de independencia en Dolores,Gto. Recuerdo y recalco, para independizar a la colonia de Francia y no de España ¿A poco pensaban que el grito de Dolores fue: Viva la Virgen de Guadalupe; viva México y mueran los gachupines? Por supuesto que no, Hidalgo era un gachupín al levantarse en armas lo hacía para liberar a la colonia de manos de Napoleón, instaurar a Fernando VII en el trono y “ver si fuera posible recuperar la hacienda perdida”. Es obvio que Hidalgo era un cura de arranque y no se andaba con medias tintas, pero también es evidente que era un neófito en cuestiones políticas, su imprudente anticipación, si bien paso la mecha independentista de los criollos a los parias, ocasionó que miles de mexicanos murieran en una lucha que bien pudo terminar en algún salón de Querétaro, llegando a un “acuerdo” con el virrey Venegas. El levantamiento de Hidalgo se transformó en la lucha por la independencia mexicana de La Nueva España .
- Entonces la independencia ni la empezó Hidalgo y lo que hizo el Cura no fue por liberarnos de España sino más bien por ardido.
- Eso Don Beto, te lo dejo a tu interpretación, yo solo te cuento lo que se.
- ¿Y por que no dice nada de eso la historia oficial?
- Por que es oficial, y la historia oficial es el resultado de filtros y filtros para formar un aura de grandeza al derredor del general de los sucesos y omitir los que pudieran considerarse vergonzosos.
- Disculpe, lo que no puedo creerle es que un arzobispo, ejerciera de Virrey, la política es para esos hombres inmorales, no para un siervo del señor y mucho menos que el Santo Inquisidor haya tenido que ver en la muerte de ese tal Primo. Y otra cosa que es una calumnia sobre un santo servidor del señor, es que usted deje entrever que el santo padre Hidalgo haya encabezado la independencia de México con fines revanchistas, está usted levantando un falso testimonio y eso es pecado.
Me voltee para ver quien me hacia el comentario y me encontré con la novedad que al derredor de nuestra mesa ya se había formando un nutrido grupo de parroquianos, algunos con un vivo interés reflejado en su rostro y otros con ojos de incredulidad, participaban de la charla; la señora que refutaba mi ponencia tenía el rostro con aspecto de limón seco y amargo, de esos que se tiran a la orilla del camino a secarse al sol de Apatzingán, sus formas de mujer se disimulaban bajo un vestido negro a tablas que le llega un poco debajo de la rodilla, parecía una monja frustrada; nada que ver con las cachondas expresiones de éxtasis “dizque” contemplativo de Santa Teresa de Ávila, y cerrando su sombría estampa, resaltaba sobre lo que seguramente era su pecho; una gigantesca medalla de la Virgen de Guadalupe, que más bien parecía el contrapeso de un tractor.
- Señora, sin afán de incomodarla, la política es para todos los hombres, la política es esencia del ser humano y segundo, lleve la cuenta de los muertitos que se le pueden comprobar a su Santa Iglesia por manos de los Santos Inquisidores como usted los llama y tercero, la historia la forman hechos verificables y comprobables, no dogmas de fe.
Pero siguiendo donde me quedé. El ejército independentista, formado principalmente por esclavos que con la esperanza de no serlo mas, se unió a Hidalgo, si bien el brazo ejecutor era el cura, el cerebro era Ignacio Allende. Tras tomar del templo de Atotonilco un estandarte con la Virgen de Guadalupe, para enarbolarlo como bandera, ganó algunas batallas y ejecutó el genocidio de la Alhóndiga de Granaditas donde los independentistas mataron a todos los españoles que se refugiaron en ella. Hidalgo conoce en Charo, Michoacán a un verdadero genio político y militar, el cura michoacano, José María Morelos y Pavón, éste si, un mestizo y no un criollo, por lo tanto, más sensible y entendido de los sentimientos y situación de sus semejantes. Pero como no todo podía ser miel sobre hojuelas, el ejército virreinal reaccionó y comenzó a derrotar batalla tras batalla al inepto de Hidalgo que no ejecutaba las acciones que sus oficiales Allende, Aldama, Abasolo y Rayón le indicaban, hasta que llegó la batalla del Puente de Calderón, donde 6 mil realistas derrotaron a la turba de 100 mil hombres encabezados por Hidalgo. Esa fue la gota que derramó y jarro y selló el destino de Hidalgo y su levantón.
Las diferencias entre Allende e Hidalgo se hicieron irreconciliables al grado que Allende planeó envenenar al “bribón del cura”, Aldama, Absolo y Rayón le bajaron las intenciones a Allende y sólo acordaron despojarlo de su cargo militar, esto ocurrió en Aguascalientes, ya en plena huida hacia la Alta California a donde se dirigían a buscar armas. En los límites entre Coahuila y Tejas, son invitados por Ignacio Elizondo, a levantarse en aquella zona, así llegan a las Norias de Acatita de Bajan donde son traicionados y capturados por Elizondo, Allende da pelea y Elizondo le asesina a su hijo Indalecio. La captura de Hidalgo fue muy fácil, no ofreció resistencia, pues iba acompañado de algunos naturales mal armados.
En recompensa por su “heroica” acción, Elizondo recibe de parte del virrey el grado de Coronel y los reos son mandados a Chihuahua para se juzgados por Ángel Abella quien era juez de las provincias, eso dice la perorata oficial, verán que en el fondo fue la inquisición. Los reos son encontrados culpables y condenados a muerte por alta traición; Abasolo “raja”, denuncia a otros insurrectos y su pena es conmutada a prisión perpetua en el hermoso puerto de Cádiz, no vayan a pensar ustedes que en alguna mazmorra, los demás son pasados por las armas de espaldas y decapitados para luego exhibir sus cabezas en la Alhóndiga de Granaditas como escarmiento.
Hidalgo es juzgado “en un altar arreglado con un crucifijo sobre él en medio de dos cirios encendidos. En una plataforma se colocaron cuatro sillones, viendo al público y dando la espalda al altar, en los cuales se sentaron el Ministro de la degradación y tres prelados asistentes. La orden dada por Francisco Javier Olivares, Obispo de Durango la ejecutó el doctoral del mismo obispo, Francisco Fernández Valentín. Con sádica paciencia se realizó la infame ceremonia. Con un cuchillo rasparon las manos y las yemas de los dedos a Don Miguel Hidalgo al tiempo que se exclama:
- Te arrancamos la potestad de sacrificar, consagrar y bendecir, que recibiste con la unción de las manos y los dedos... el hábito clerical y te desnudamos del adorno de la Religión y te despojamos; te desnudamos de toda orden, beneficio y privilegio clerical; y por ser indigno de la profesión eclesiástica, te devolvemos con ignominia al estado de hábito seglar...
Luego con unas tijeras se le cortó algo de cabello y un peluquero terminó la operación, haciendo desaparecer la tonsura al tiempo de que se le decía:
- Te arrojo de la suerte del Señor, como hijo ingrato, y borramos de tu cabeza la corona, signo real del sacerdocio, a causa de la maldad de tu conducta.
Al final del ceremonial de la degradación lo entregaron a los jueces de la curia. El juez Abella le conminó para que expusiera las razones que tuvo para sublevarse contra el Rey y contra la Patria. El embargo de la condena fue: Excomunión y pena de muerte para Miguel Hidalgo. Por profesar y divulgar ideas exóticas: partidario de la Revolución Democrática Francesa. Por disolución social: al pretender independizar a México, del imperio Español. En consecuencia, por traidor a la Patria.
30 de julio de 1811” 11. ¡Que santo oficio! Y pensar que ahora los sádicos son considerados enfermos mentales. Ya ven como fue el Santo Oficio de la Inquisición quien ejecutó a los insurgentes.
- ¿Eso hacían los curas? ¡Hijos de su chingada madre!
- Ven la enorme contradicción entre los hechos y la perorata oficial, Hidalgo nunca se levantó contra España, lo hizo contra Pepe Botella. Pues bien, quien realmente estructuro la lucha de la Nueva España por independizarse de España fue Don José María Morelos y Pavón; su idea de independencia distaba mucho de la de Hidalgo, Morelos decía: "la independencia que todos los americanos se veían obligados a pretender, respecto a la ausencia del rey, preso en Francia, les proporcionaba la coyuntura de lograr aquélla"12. Morelos se pone a la orden de Hidalgo, en Charo, Michoacán; recibe de éste, la encomienda de tomar el puerto de Acapulco y así impedir el flujo de mercancías provenientes de Filipinas. Cumplida la encomienda, Morelos es invitado por Ignacio López Rayón, otro michoacano, quien a la muerte de Hidalgo quedo como líder del movimiento, a que estructure un consejo de dirección insurgente que consistía en una Suprema Junta Nacional Gubernativa, para gobernar el país en ausencia del rey Fernando VII; debido a su campaña militar Morelos no puede asistir y mando a su paisano, el zamorano José Sixto Verduzco en su lugar; por cierto, José Sixto Verduzco es quien redacta el acta de independencia para dar legitimidad al levantón del inepto de Hidalgo, que ni siquiera en ello había pensado. Ya constituida La Suprema Junta , Morelos le dicta la siguiente frase: “que se le quite la máscara a la independencia y eliminemos la mención del rey”13 ¡Ven la diferencia entre un caudillo y otro! El verdadero padre de la patria es Morelos, no Hidalgo.
- Me disculpa Ud. Pero el levantamiento del cura Hidalgo fue para librarnos del yugo español representado en ese momento por el Virrey.
- Permítame recordarle Sr. Profesor; en política la forma es fondo. Así que por lo tanto, si el virrey Francisco Xavier Venegas de Saavedra. Representaba al rey Fernando VII, y este había sido derrocado por Pepe Botella que en ese momento era el rey José I de España, la dueña de La Nueva España era Francia no España, ¿Ve ahí la ineptitud del levantamiento de Hidalgo y el acierto político de Morelos?
- Pero es que entonces no entiendo, si los mexicanos queríamos la independencia, no era necesario el derramamiento de sangre, simplemente hubiera bastado con desconocer a José Bonaparte e instituir un gobierno independiente ya que el gobierno de facto de Francia era ilegítimo ante la colonia y Fernando VII ya no era el rey.
- Eso fue precisamente lo que hizo Morelos, desconoció a Pepe Botella; redactó la primera constitución de nuestro país, la de Apatzingán, redactó una nueva acta de independencia conocida como Acta Solemne de la Declaración de Independencia de la América Septentrional y formó el congreso de Chilpancingo y es en estos actos donde se constituye México. En plena campaña militar redacta “Los Sentimientos de la Nación”, un documento donde se plasman de forma clara, radical y sin ambivalencias las posturas del nuevo gobierno.
Obviamente los peninsulares encabezados por la Santa Iglesia continuaban haciéndose puñetas mentales, pensando que los leales a Fernando VII derrotarían rápidamente a Napoleón y lo devolverían al trono. Para ellos era impensable el perder sus fortunas, bienes y privilegios; también era inconcebible aceptar la independencia que proponía Morelos ya que ésta, aunque no atentaba directamente sobre la profesión del credo católico, ni contra la posesión de bienes de los particulares, al reconocer el derecho universal al voto, la abolición de la esclavitud y el trabajo forzado, la división de poderes, dejaba así ver su clara inspiración en el “impío” Espíritu de las Leyes, además cometía la mayor de las herejías contra la Bolsa Pontifica. “Que todos sus ministros se sustenten de todos y solos los diezmos y primicias, y el pueblo no tenga que pagar más obvenciones que las de su devoción y ofrenda”14. Un atentado en contra de Roma tan grande como el de Lutero. Esto llevó a Morelos a ser condenado a muerte por herejía o sea excomulgado y pasar por los sádicos procedimientos que pasó Hidalgo. Y así termina el intento de independencia encabezado por los mestizos y naturales, así muere para siempre la real posibilidad de ser un país independiente; al morir Morelos, muere el naciente espíritu independentista quedando de nuevo en manos de los peninsulares, encabezados, como es de esperarse, por un alto prelado, el ilustre desconocido y santo inquisidor Matías de Monteagudo; el padre ideológico de la independencia de la Nueva España según la idea gachupina.
- Barájamela más despacio, en primera ¿Cómo que con la muerte de Morelos murió el espíritu independentista?
- Claro Don Beto, los gachupines, encabezados por el Obispo de México y Santo Inquisidor Matías de Monteagudo, deseaban la independencia de La Nueva España , pero querían traer a Fernando VII, el rey español destronado en ese momento por Napoleón o algún otro príncipe europeo a Gobernar la colonia de acuerdo a la tradición monárquica, donde el monarca es puesto por la Santa Iglesia y en contra punto el espíritu de Morelos era un espíritu independentista liberal que desconocía al monarca como fuente de soberanía y poder, Morelos reconocía al pueblo como dicha fuente de acuerdo con lo que propuso John Loke y más tarde Montesquieau.
- ¿Y cómo es entonces que la independencia la pactan y cristalizan Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide? ¿Y cómo es que no aparece Matías de Monteagudo?
- Profesor ¡Por supuesto que la independencia de México la pactan Guerrero y Monteagudo! Sólo que el excelentísimo Sr. Obispo, como abnegado pastor y fiel seguidor de la doctrina católica, evita caer en el pecado capital de la vanidad y en una muestra de humildad le cede a su fiel general, al moreliano, Don Agustín de Iturbide el honor de pactar el acuerdo de emancipación de La Nueva España , con las fuerzas de Vicente Guerrero ¿Ah caso no ha escuchado usted del plan de La Profesa ?
- ¿El Plan de La Profesa , qué madres es eso?
- Señores por favor, la reunión en lo oscurito a la que convocó el excelentísimo Matías de Monteagudo en la casona de La Profesa , por cierto propiedad del clero. Reunión en la cual se pactaron los términos de la emancipación de la colonia ¡Oh mejor dicho, encerrona en la cual se acordó como dorarle la píldora al molesto Vicente Guerrero y sus rijosos, para posteriormente ofrecerla en charola de plata a Fernando VII o cualquier otro monarca europeo, en otras palabras, la idea independentista del santo príncipe celestial, Don Matías de Monteagudo y sus secuaces era la de evitar la aplicación de la constitución de Cádiz, que cancelaba los privilegios de la iglesia católica en las colonias españolas, para “independizar” a la Nueva España de la España Napoleónica, era un paso insalvable darle atole con el dedo a Guerrero y su gente que tenían una idea diametralmente opuesta de independencia, éstos la buscaban de España. Pero como es costumbre entre los jerarcas religiosos, “tirar la piedra y esconder la mano bajo hábito. Monseñor de Monteagudo designó al general Don Agustín de Iturbide, un militar de todas sus confianzas para representar la farsa ante Guerrero y de paso se ultimaron detallitos como la coronación, la bandera y por supuesto la adhesión de Guerrero y su gente a las filas del naciente ejército trigarante, encargado de resguardar al naciente 1er. Imperio Mexicano; guiado visiblemente por Don Agustín de Iturbide, pero manejado tras las cortinas por el excelentísimo monseñor Matías de Monteagudo. El príncipe celestial designado por Dios todo poderoso, para llevar a buen puerto su reino terrenal.
- Su ironía no conoce límites; yo he escuchado sobre la conspiración de La Profesa , pero ¿Contra quién conspiraban? ¿Contra Pepe Botella? ¡No me diga! Contra Fernando VII no lo creo, el virrey estaba presente en dicha reunión y ésta se hacía entre otros fines con el de entregarle la corona de la colonia a Fernando VII; entonces por favor, señáleme ¿Dónde está la conspiración y contra quién se conspiraba?
¿Cómo que contra quien se conspiraba? Pues contra Guerrero y lo que éste representaba. Para ser más concreto, conspiraban contra la creación de un Imperio Mexicano desligado de cualquier monarquía, fundamentado a grandes rasgos en “El Espíritu de las Leyes” y sobre todo contra un imperio cuya hacienda pública no fuera
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