Todo es Relativo. Menos los Hechos

Todo es relativo. Menos los Hechos. Y son los hechos, la única verdad palpable. A pesar de Voltaire.

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sábado, 26 de febrero de 2011

¿Cómo termino ahi ese ANIMAL?

Para que no digan que no soy divertido.  Aclaro que la idea no es mia, me llego en un email y me parece muy graciosa.






SENCILLO, TÚ VOTASTE POR ÉL.  Este es el más claro ejemplo de la igualdad de la democracia.  Preparate para el 2012.  "Quien dice que no se puede".

miércoles, 23 de febrero de 2011

-Yo hago como que te pago. -Y yo hago como que trabajo

Si te acotan la creatividad, si te restringen tus acciones, en resumidas cuentas, si te depositan en el calabozo de la rutina… Te castran el espíritu; tu forma humana queda, pero vacía, con la mirada perdida en la lejanía de la pared que tienes frente a tu nariz, pero ya sin la voluntad de alcanzarla, sin el deseo de llegar a ese punto lejano.  Simplemente vez pasar el tiempo al compas de tus deberes previamente programados.  Que puta vida tan miserable.
Cómo podemos mantener vivas las ganas de crecer si cada vez que levantamos la cabeza el contundente mazazo de la realidad nos la hace añicos.  Para poder innovar es necesario que el  espíritu sea libre y no un hámster en esta gran jaula llamada empresa.  En sí, la empresa como organismo, es un leviatán carente de vida, la vida somos quienes trabajamos en ella.  No se trata de artículos electrónicos, no se trata de refrescos ni de tuercas, se trata de personas, las empresas tienen vida por las personas que la conformamos, el ánimo de ésta, está definido por la salud emocional de quienes la conformamos.  Y la verdad no me explico que motiva a otro semejante a comportarse como un maldito esclavista, como un enfermo de poder que en lugar de responder responsablemente  se comporta como una caricatura de dictador, haciéndonos la vida más miserable de lo que es a quienes estamos debajo de él.
Yo solía decir que nada era más peligroso que un pendejo con iniciativa… Y estaba equivocado, lo más peligroso es un pendejo con poder.  En mi última investigación sobre el malestar que se siente entre la chalaneana, llegué a un sorprendente descubrimiento: No es el trabajo lo que hace que los empleados nos sintamos mal y luego caigamos en el conocido vicio de “hacerle al wey por que este cabrón no me paga”. 
La razón es otra, son otras.  Es el malestar emocional que el empleado siente por el trato que recibe, la desmedida carga de labores y el doble discurso de la responsabilidad, dónde el superior es responsable únicamente del éxito y el subordinado tiene que soportar el peso de las pendejadas; “aquí hay jerarquías” suelen decir algunos ineptos retrogradas que aún viven en la época victoriana.  El fofo cacahuate que llena su cavidad encefálica no alcanza a razonar que las jerarquías, si es que éstas existen, existen para responder por el poder que se deposita en ellos y no para grotescamente ufanarse de el.
El poder corrompe y más a un pendejo, lleno de complejos, ambición y deudas.  Si la ira es una peligrosa pasión, el poder es mortal; mata el sentimiento de humanidad, destruye hasta sus cimientos el concepto y la practica de la equidad y me refiero a la equidad a la que hace referencia  Cicerón.  Y una persona corrompida por el poder, pierde todo rasgo de humanidad para transformarse en una bestia que sólo exige resultados sin importar el costo, sin importarle si tiene los medios estructurales para llegar ellos; llegando al extremo de decir: “el hambre la tienen ustedes y el dinero yo, trabajarán por lo que les pague”. Y es así como: “la hora de entrada es obligación y la de salida, devoción”.  La realidad para el obrero es: vivir en el terror a perder el magro ingreso que se lleva a casa para medio mitigar el hambre y la mirada fija en sus zapatos.
Cuando se llega al extremo de ver a un semejante como un número de registro, como un recurso, se cae irremediablemente en una conducta de prepotencia, en una concepción utilitista del recurso humano y por consiguiente el trato no es cordial o respetuoso, se transforma en un intercambio entre “indicaciones” despóticas carentes de todo sustento normativo y una “obediencia” sumisa llena de resignación, impotencia y por que no, rabia.
Obtener certificaciones (esas panaceas que todo solucionan), cumplir con las “reglas” NO hace que una empresa sea socialmente responsable, que sus miembros, las personas que la conforman se comporten con ética, emanando dicho comportamiento de la cúspide a la base, es lo que hace que una empresa cualquiera, se transforme una empresa de calidad.  No son sus rentas, ya que siendo empresa, el generarlas es su razón de ser (a menos que esté dirigida por un orate).
En un ejercicio realizado en zona metropolitana de Jalisco: el 87% de los puestos intermedios esta buscando trabajo, no por que no tengan, sino por que consideran que su superior es una sanguijuela incompetente y no se sienten valorados.  El 85% esta buscando trabajo por que no soportan los tratos despóticos de sus superiores y la irracional carga de actividades a cumplir sin los recursos necesarios; solamente el 4% está buscando trabajo porque no le gusta el que actualmente tiene.
El panorama cambia cuando se conoce la percepción del obrero, ya que éste generalmente su ingreso lo consume y el hábito del ahorro no lo ha desarrollado: el 96% dejaría su trabajo si no tuviera familia que mantener por que el trato que recibe es humillante; el 97% dejaría su trabajo si no tuviera familia que mantener por que las labores a desempeñar son  excesivas y la empresa no le da los recursos necesarios para lograrlo; el 95% dejaría su actual trabajo porque no le gusta, y el dato novedoso es que el 99% dejaría su trabajo porque la empresa le cobra insumos y en algunos casos herramienta que se deteriora o se daña con el uso.  “Del caído leña harás” reza un viejo refrán.
Las anteriores cifras contrastan con la imagen oficial que se tiene del mundo laboral, donde ni por asomo se muestra la calidad de vida laboral que se tiene en las empresas de la zona metropolitana.  Esto es muy preocupante, y la cúpula empresarial debería estar seriamente preocupada por la salud emocional de su empresa; deberían recordar que están en un mundo de certificaciones internacionales y que más temprano que tarde, esto tendrá repercusiones directas en sus ingresos.
Como dato anecdótico.  El 100% de los entrevistados, están más preocupados por sus problemas en el trabajo que por el clima de inseguridad que se vive en el país.  Como vemos, no es por perder el trabajo sino por que no soportan  el clima laboral que el trabajador no rinde o no se compromete con los objetivos de la empresa (si es que ésta tiene la decencia de comunicárselos).  Si al personal humano, se le limíta en lo emocinal, jamás se tendrá un personal con voluntad proactiva.  Se tendrá un personal con la voluntad castrada, sin empuje, sin ánimo.
Señores empresarios, tengan cuidado al elegir a quien delegan su autoridad, nada es más peligroso que un pendejo con poder, a menos que Uds. Señores empresarios sean los pendejos.

Moreno JC.

domingo, 20 de febrero de 2011

IMPACTO PROFUNDO


 No conozco a nadie, a nadie que no afirmemos que nuestro gobierno, es una mierda, que nuestro sistema es retrograda y antagónico; en fin, es nefasto.  Algunos hemos vivido en carne propia el sistema, desde el imbécil que viola el límite de velocidad hasta el “empresario” que crea “fundaciones” para no pagar impuestos.  Todos, todos de alguna u otra manera hemos estamos dentro del sistema y, según nosotros, tenemos idea de cómo funciona.   Que los policías municipales son unos gordos, analfabestias y pendejos, ya lo sabemos.  Que los estatales siguen siendo gordos, pendejos, prepotentes y algunos conocen el abecedario, también los sabemos.  Que los Judiciales, PFP y ministeriales son unos gordos pendejos, prepotentes, que además siempre “aplican” la ley según dice el reglamento y no tienen madre, también ya lo sabemos.
Lo que no sabíamos o ni siquiera imaginábamos era que los jueces, los jueces fueran peores.  El 18 de Febrero fuimos a la premier de PRESUNTO CULPABLE.  Créanme que no exagero cuando afirmo que jamás en mi vida una película me había impactado tan dentro de mi conciencia.  Además de ser una excelente película, es la llave que abre la puerta al inframundo de la justicia en nuestro México.  Nada de lo que pensamos o imaginamos de  nuestro sistema se acerca siquiera a los bordes de la realidad, nadie en nuestra sociedad es tan vil, tan sucio como un policía, son engendros con figura humana, carentes de principios y conciencia.  Para ellos, lo único que NO importa somos nosotros, los ciudadanos a quienes se suponen deben servir y proteger; no tienen empacho en inventar delitos, en levantar a quien sea y convertirlo en culpable.  De los jueces y fiscales, ni que decir.  Yo soy apostata, se que Dios no existe pero si el diablo, esa entidad, receptáculo de todos los vicios judeo-cristianos, si existe, tiene su ejército y  su infierno, son: el sistema judicial y toda su estructura.
Al terminar la película, nadie, nadie nos levantamos del asiento, voltee a mi alrededor y vi rostros desencajados, algunos llenos de indignación, otros con lágrimas en los ojos y otros, como el mío, llenos de terror, ese terror que te causa la certeza de saber que lo único que nos separa de ser el protagonista es la suerte.  Se perfectamente que nunca en mi vida volveré a caminar sin miedo, que jamás volveré a ver una torreta sin sentir terror de que ahora sea yo a quien hayan elegido para mandarlo al infierno.   Los invito a todos a ver la película.  Les advierto que los dejará con la boca seca y amarga, también los invito a que se sumen a la causa, lo peor que podemos hacer, es no hacer nada.  No podemos, no debemos quedarnos con los brazos cruzados, ellos tienen el poder, pero les aseguro que nosotros tenemos miedo y no existe nadie más peligroso que un hombre con miedo.  No importa si la ven en el cine o la compran pirata, pero véanla, los transformará, será toda una epifanía.


Moreno JC.



domingo, 6 de febrero de 2011

Cuando seas grande, CUANDO SEAS GRANDE

Cuando era niño, soñaba con ser piloto, después soñaba con ser científico; cuando cursaba el 5to. Semestre de preparatoria me monté en mi mula y dije: INGENIERO.  Hoy ya con algunos años acuestas me gustaría haber sido Geólogo;  siempre he andado muy herrado, jamás pensé en ser político, narco o narcopolítico ¡Que falta de visión caramba!
A estas alturas del partido sigo necio con la idea de tener mi propio negocio, pero también sigo herrado, aunque sé perfectamente que todos usamos ropa, al ver el margen de utilidad que dejan unos calzones y compararlo con el que dejan por así decirlo, los bonos navideños de nuestro políticos, o sus gastos de representación… Y mejor no lo comparo con la utilidad que deja la “importación” de armas y municiones para que la nueva clase empresarial le “haga frente” al gobierno.  Sigo herrado.
Con esto no es que este yo diciendo que después de vejez viruela, y que ahora si Peña Nieto, Andres Manuel y Marcelo se cuiden porque ahí les voy, no, nada de eso; tampoco quiero decir que me voy a inscribir en “Quik Green Goo” para abrir una agencia aduanal especializada en la importación de “herramientas” para la defensa personal.
Creo que ahora sí le voy a pegar al gordo, me voy a dedicar al rubro de servicio de seguridad privada.  Ojo, no confundirme con servicio de “Warura”.  Voy a poner un campo de entrenamiento en tácticas de defensa personal anti PFP, Huida rápida de tiroteos y granadazos, Métodos para demostrar identidad y no ser confundidos, Tácticas anti extorsión: Cómo tratar con policías y Cómo tratar con delincuentes (aunque parezca redundante).  Así es señores que los interesados en mi servicios, pues sólo avísenle a la cartera, marquen 01 800 SIN MIEDO y les aseguro que no volverán a ver a México con ojos de miedo.
Esta estúpida “guerra” contra el narco, ha generado más muertos que la invasión a Irak.  Para que esto cambie por el camino que vamos necesitamos otros 10 o 15 años más en los cuales la situación empeorará mucho antes que mejorar.  Hoy los niños, ya no piensan en ser pilotos, policías, médicos, ingenieros, piensan en ser narcos o tocar en alguna banda, cuando el muchacho está por terminar la preparatoria piensa en ser maestro para formar parte del SNTE o de la COORDINADORA, quiere formar parte de algún partido político o si es muy decente, ser abogado para luego defender a los narcos y ganar millones.  Suponen que así vamos a cambiar.
 Seguimos viéndonos y en paz descansemos.