EL GRAN MEXICANO
Me resulta quimérico el sentimiento que ahora experimento, por un lado me parece cómico, casi, casi, un chiste de “Polo Polo” por otro lado una profunda vergüenza, que si no fuera por que la siento aliviada por la comicidad, sería tan grande como para meter la cabeza en un hoyo y no sacarla; finalmente una mezcla de paz y resignación muy semejante a la que sientes cuando ya no puedes llorar más por un ser amado que se nos adelanto en la muerte.
¿Cómo que Pedro Infante? A Juárez lo justifico, pero ganó por carambola. El pasado fin de semana terminó el montaje cómico del “El Gran Mexicano” un espectáculo presentado por The History Channel; un tendencioso canal de TV por cable. El programa constaba en descubrir a que personaje del pasado, el grueso de la población lo consideraba el mexicano más representativo. “La voz populi no miente: es un diputado honrado”, dicen los tigres del norte. Ganó el indio de Guelatao diputado por Oaxaca y posterior presidente de la república. Pero no ganó por que el grueso de los mexicanos sepan que gracias a él gozamos de personalidad jurídica, ni mucho menos que gracias a su necedad la hoy granja de San Lázaro, perdón las cámaras de diputados y senadores, se consolidaron y por un momento en la historia vivieron en la dignidad, no ganó por que los mexicanos sepan que gracias a la guerra que encabezó contra los príncipes celestiales se expulso a los francés, que en ese momento eran el ejercito mas poderoso y temido, ni por que gracias a él ya no pagamos doble tributación (al clero y a hacienda), en fin Juárez ganó por que en la Psique del mexicano promedio: hambreado y analfabeta, éste mantiene viva la puñeta mental que “si se puede” brincar de la milpa a Los Pinos, por que lo logrado por Zedillo queda ya muy lejos, de bolero a presidente de la OCDE, hay que terminar un Doctorado en Yale y ser miembro de los Skull And Bones y la verdad no cualquiera. Juárez gano por su popularidad como ícono del milagro, desgraciadamente no ganó por que el populacho conozca su legado. No ganó por que se conozca que su mandato fue un mandato itinerante y lleno de sangre, perseguido constantemente por los traidores que fueron a ofrecer a México como una baratija a los príncipes europeos, no ganó por se aquilate que se rodeo de quizá la más ilustre generación de patriotas, aunque mucha mierda le tiren por el tratado McLane- Ocampo (que magistralmente manejado por Don Melchor, jamás se ejecutó, pero si hizo que E.E. U.U. defendiera nuestras costas con sus acorazados en contra de los europeos que venían a la reconquista) Esto como sea, es resignable (no se si se pueda usar este vocablo, pero no encuentro otro).
Pero lo que si me causo un rato hilarante y después mucha vergüenza fue que en segundo lugar quedara Pedro Infante. Otro ídolo de la barriada ¿Dónde quedó Don José Ma. Morelos y Pavón, Don Melchor Ocampo, Doroteo Arango, Emiliano Zapata, Lázaro Cárdenas, Tata Vasco (aunque gachupín, hizo más por México que otros que se mencionaron), Jesús García, el General Ramón Corona, dónde quedó nuestro más grande militar: General Don Ignacio Zaragoza? Personas que creían en que podemos ser mejores de lo que somos, personas cuyo legado son la estrella polar de nuestra vida nacional ¡Cuanta ignorancia! ¡Que vergüenza! Lo grave es que al igual que en el caso de Juárez, no fue por él por quien votaron. Votaron por: Pepe el Toro; El Transito, El Parrandero, el Mujeriego, el macho brabucón, que fueron los papeles que encarnó. Que vergüenza, somos un pueblo tan, pero tan, ignorante y carente de todo, hasta de ídolos populares, que nos identificamos con ídolos ficticios. En ese caso, no me explico como dejaron fuera a los hermanos Almada, a El Santo, a Lola la Trailera; ¿Dónde quedó Hugo Sánchez, el Tibio Muñoz, Ana Gabriela Guevara, El Chicharito. Ya ni la chingamos, en el más peyorativo sentido de la palabra, nuestro complejo de insuficiencia es tal, que la verdad asusta. Asusta por que no queremos darnos cuenta del país que hemos formado; me extrañó que como se dieron las cosas no se propusiera a Martín Malverde, al Chapo Guzmán o cualquier otro “empresario”. En fin, no se que carajos estamos celebrando, pero de nuevo ya ni la chingamos con lo analfabestias y jodidos que estamos en lugar de quemar nuestros muy escasos recursos en puñetas mentales deberíamos chingarle a trabajar y a no perder el tiempo en pendejadas como “El Gran Mexicano”, “Bailando por X pendejada” o en ver como le hacemos para ser más gandallas.
Moreno J.C.